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YO SOY MARTA LA CHURÚA



Así tal cual y para el que no lo entiende, esta es la versión folclórica de “Yo soy Betty La Fea”.
En el interior, en Las Tablas para ser más exactos, le dicen a la gente a la que Dios no le regalo mucha dones exteriores “Churúa” o “jo! esa muchacha por poquito y come gente”; y por el título ya se imaginarán que algún momento yo fui calificada con ese término.

De pequeña, me creía una princesa, una reina, y mi papá (típico padre de una sola hija) contribuyo a que me lo creyera, me lo decía a cada rato, y como buena hija me lo creía. Pero todo cambio, cuando llegue a la adolescencia, 12 años más o menos, y comenzaron salirme granos en la cara, acné en su más pura esencia, no eran brotes normales. A mí me salían ronchas boboré, así como las frutas que tienen una formación doble que parecen siameses, bueno me salía un barro arriba de otro…era sencillamente horrible. Pero yo no lo dimensione, sino hasta 4 años después, cuando escuche a un ser humano decir “ay tan guapita que era la hija de Pino (apodo de mi padre) pero con ese poco de ronchas en la cara si se ha puesto churúa la muchacha".

Lloré como una desgraciada, no quería salir de la casa, lo que creía que era normal y que cuando creciera se me iba a quitar (eso me lo decía mi abuela) se convirtió en un tormento y allí llego al rescate nuevamente mi príncipe de fuerte armadura, mi papá, que me llevo a cuanto dermatólogo había para que me quitaran o controlaran los terribles brotes, sabe lo peor, que a los 40 y tantos aún me siguen saliendo, digo ya no tengo acné pero si me salen barros (la cara no se ha dado cuenta que deje la adolescencia hace mucho pero mucho tiempo).

En la escuela no era muy popular. Sí, sufrí bullying, aunque ese tiempo no lo llamaban así. Mi abuela le decía “zoquetás de muchachos que no tienen oficio” y remataba con “ve la hija y si usté le hace caso a eso soy yo la que le voy a dar una rejera” Así que la suscrita, se quedaba calladita y no decía nada. De hecho de esa época tengo poquísimas fotos y para mis fotos de graduación me maquillaron tanto, para que no se notarán las ronchas, que parezco una señora medieval.

Pero esa no fue la única vez que me sentí “Marta la Churua” o “Betty La Fea”, cuando empecé a trabajar en televisión no tenía idea de maquillaje, ropa o como peinarme, así que me peinaba o vestía como yo creía que era correcto. Agréguele a eso, un cutis grasoso incontrolable (a los pocos minutos de maquillada parecía que me hubiesen untado aceite pabito en el rostro), unas libras de más, que en pantalla se veían el doble, y un mal corte de cabello, pero yo creía que me veía normal, hasta que un día hice un stand up (presentación en cámara) y alguien comento, esta vez por correo, “como se atreve ella a vestirse así y salir en tele”. Y ahí va Marta nuevamente a llorar, eso de llorar se me da de un bien hubo una época en que me decían “ñañeca” (debo decir que me gane el título a pulso) pero volviendo al tema, y como dicen en béisbol 0 y van 2 que me llaman churúa.

Confieso, no he vuelto a escuchar o leer que me veo churua, pero en el fondo siempre lo he creído. Hoy por hoy, esta cuarentona no sabe cómo reaccionar cuando le dicen que se ve bien o bonita, me rió nerviosa y contesto un “gracias” que suena más a un “¿estás seguro?”…pendejadas traumas del pasado, pero mejor así no vaya a ser que esta edad mía me suba un bloque y me maree. O sea me aloque.

Qué ¿por qué Confesiones a los 40 decidió escribir sobre las churuas o feas? Porque las estadísticas dicen que al menos alguna vez en su vida, el 90% de la población femenina se ha sentido fea. Me parecen que somos muchas mujeres menospreciándonos, lo que se me hace absurdo y más porque yo formo parte de esas estadísticas; y la otra razón es porque creo que nadie merece escuchar de otro ser humano que es feo o fea y menos cuando eres tan joven y tienes las hormonas revueltas. El bullying no es un juego, en el 2017 Rosalie Avila de 13 años se suicidó y en su nota suicida dijo que lo hacía por “fea y perdedora”, se lo repitieron tantas veces que se lo creyó. No es la primera y, lamentablemente, no será la última, según un informe de Unicef de 2015, entre el 50 y el 70% de niños de primaria y secundaria han sido testigos o víctima del bullying.
No soy la indicada para dar consejos, yo la supere sola, a palo seco, sin ayuda de nadie pero no es lo ideal, es bueno siempre buscar ayuda de la familia y profesional, denunciar el bullying y actuar.
Y recuerde siempre que de las mayores estupideces también se sacan grandes lecciones, y hoy por hoy puedo decir que en mis 40, fui, soy y seré Marta la Churua, pero a mucha honra, mejor churua que bruta…por el momento apago y no vemos en la próxima.
(Anexo: Fotos de quince años, graduación, y cuando empecé a trabajar en televisión)





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