Yo confieso que cada vez que se acerca mi cumpleaños siento una rara sensación entre alegría y algo de nostalgia. Me digo a mi misma hay que celebrar la vida pero por otro lado pienso ya te diste cuenta que estás poniéndote más vieja (digo eso es ley vida cumplir años es sumar años al calendario)
Pero entonces pasa algo y Dios y la vida te dicen no seas tonta, cumplir años es una bendición, ¿qué por qué lo digo? Porque precisamente anoche Dios me dio una de esas sacudidas importantes para que aprecie lo que tengo y deje de pensar en tonterías.
Les cuento…..
Anoche un grupo de amigas celebrábamos la vida, celebrábamos que una de ellas está esperando su primer bebe, nos sentíamos plenas, conversando, poniéndonos al día…y en medio de la conversación amena recibimos la noticia que una persona que conocíamos había muerto. Nos quedamos por un rato en silencio, si bien en mi caso particular no era una persona cercana a mí, trabaje por muchos años con ella y era, incluso, más joven que yo. Confieso que sentí algo extraño esa sensación de “¿Dios mío que es esto? La última vez que la vi estaba llena de vida y hoy ya no está”. Me conmociono, por decir lo menos.
No voy a mentir, seguimos conversando y hablando de otros temas, pero a la hora de despedirnos, mis amigas me desearon feliz cumpleaños (faltaban solo horas para que ajustara un año más de vida, otra vuelta al sol como dicen por ahí) y fue ahí en ese preciso momento que realice todo. Que tonta soy poniéndome a pensar en los años que cumplo. Cuanta gente he despedido ya, menor que yo, cuanta gente se ha ido joven y plena de vida que nunca pudo cumplir otro año más de vida. Cuantos planes, a lo mejor, no tenía esta gente, cuantas cosas no les quedaron inconclusas. Y así llegue a este punto de reflexión ¿cómo puede a veces uno no darse cuenta de lo valioso que estar vivo, respirar, poder cumplir años?
Hemos escuchado tanto que la vida es un ratito, pero cuando pasan cosas como estas con gente cercana es que realmente realizas que en verdad la vida es breve. Que ponerse vieja o estar vieja no es una afrenta (si porque no falta el que te lo diga a manera de insulto) es en realidad un logro, que solo lo podemos alcanzar algunos y con la ayuda de Dios. Como bien dicen, nadie tiene prometido el mañana.
Y aunque todo esto no quiera decir que no me asuste cumplir años, así como la canción de me gusta pero me asusta, he decidido vivir mis cumpleaños sin tanto drama mental.
No soy una pelaita, una jovencita, ni nunca lo volveré hacer (yo no soy Benjamin Button) pero es que nadie va para más joven, como bien digo los únicos que sé que nunca envejecerán son aquellos que se mueren antes de llegar a la vejez. Y no creo que nadie quiera que eso le pase.
Ahora si les digo, y es otra confesión, mientras pueda voy cuidarme, a tratar de engañar un poco al cuerpo. ¿Qué cómo se hace eso? Bueno a mi juicio así:
-Haciendo ejercicios, moviendo el cuerpo, literal, en lo que sea.
-Comiendo lo más saludable posible, y dándome gustos no tan saludables de vez en cuando
-Realizándome tratamientos estéticos. Hay algunos que se pueden hacer en casa y son efectivos.
-Aprender algo nuevo todos los años, estudiar, mantener la mente activa.
-Leer dos libros al año por lo menos.
-Ir al médico una vez al año al menos (esto es algo que no hago mucho)
Porque una cosa es envejecer, eso es un proceso del cuerpo, y otra tirarse al abandono.
Pero lo más importante, en mi cumpleaños y todos los días voy a tratar de celebrar la vida en nombre de aquellos que hoy ya no están con nosotros y que estoy segura hubiesen dado cualquier cosa por poder cumplir un año más de vida.
Comments